jueves, abril 25, 2024
 

EEUU: piden menos barreras para investigar el cannabis medicinal

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as batallas legales para explorar las propiedades medicinales de la marihuana se verán pronto concluidas ante la inminente aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Drogas de EEUU (FDA) de una droga derivada del cannabis.

El 25 de Junio, la FDA anunció la aprobación de Epidiolex, un tratamiento para episodios epilépticos que se basa en un compuesto de cannabis denominado cannabiodiol (CBD). La Administración para el Control de Drogas de EEUU (DEA) tiene hasta el 24 de Septiembre para reclasificar Epidiolex para que se convierta en una droga legal para que los médicos del país prescriban. Los investigadores esperan que dicha agencia reclasifique directamente al CBD, en lugar de solo a Epidiolex, hecho que simplifacaría el estudios de los componentes no psicodélicos de la marihuana.

Ahora que la FDA ha aprobado Epidiolex “tenemos un claro reconocimiento de que esta planta tiene más potencial del que la gente cree, y que tiene repercusiones que son científicas así como legales” dijo Daniele Piomelli, director del nuevo centro de investigación de cannabis en la Universidad de California, Irvine. Cuanto menos, dice Piomelli, la DEA debería otorgar a los investigadores un permiso de excepción para estudiar el CBD – especialmente ahora que la gente comienza a consumir compuestos del cannabis, conocidos como cannabinoides, en estados donde la marihuana es legal. Llegado este punto, los límites a la investigación resultan irracionales, concluye el director.

Disminuir las restricciones en el estudio del CDB también sería una buena noticia para los emprendimientos de biotecnología que han estado produciendo cannabinoides a través de ingeniería genética. Estos productos podrían ser más puros y accesibles que esos obtenidos a través de viejos métodos de extracción desde las plantas de marihuana o síntesis químicas.

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Superando barreras

Treinta estados y el distrito de Columbia han legalizado hasta ahora la marihuana medicinal. Pero la planta y sus componentes siguen siendo ilegales de acuerdo a la ley federal de EEUU, definida dentro de la categoría de las sustancias más restringidas: Registro 1. Apenas unos pocos investigadores que dedican tiempo y dinero en cumplir con normas federales para el manejo de sustancias ilícitas pueden trabajar en el cannabis. Menos barreras bloquean la investigación en drogas contenidas en categorías menos restrictivas, como oxycodona (OxyContin) – comúnmente prescripto como opioide – la cocaína y la ketamina.

Pero incluso los investigadores que tienen permiso para trabajar con cannabis están restringidos a un proveedor principal. La única entidad en los EEUU certificada para proveerles cannabis y sus extractos es la universidad de Mississippi en Oxford.

Los científicos también puede solicitar permiso para estudiar un pequeño número de cannabinoides sintéticos a compañías farmacéuticas, pero algunas de estas fuentes son limitadas o demasiado costosas para utilizar. “Se require de una gran perseverancia para estudiar cannabinoids” dice Ziva Cooper, neurocientífica de la Universidad de Columbia en Nueva York.

En Febrero, Cooper y sus colegas informaron que las personas que fumaban marihuana de la Universidad de Mississippi y que tomaron la mitad de la dosis típica de oxicodona experimentaron un alivio similar del dolor que las personas que tomaron solo la dosis completa de opioides.

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Para determinar si esta combinación permitiría a los médicos prescribir menores dosis de opioides (y de ese modo reducir el riesgo de adicción a la misma), Cooper tiene intenciones de realizar un ensayo más prolongado. Pero aún debe conseguir la aprobación de su estudio debido a las restricciones para investigar marihuana.

Satisfaciendo la demanda

Si las barreras legales se eliminaran, los científicos querrán estudiar la alta calidad de los cannabinoides producidas a través de distintos medios. Los compuestos de marihuana elaborados con bacterias y levaduras modificadas genéticamente pueden ayudar a satisfacer la demanda

Kevin Chen, jefe de la empresa de biotecnología Hyasynth Bio en Montreal, Canadá, dijo que los investigadores han expresado su interés en comprar el CBD desarrollado por su compañía, tan pronto como la producción se incremente. En Mayo, una empresa de cannabis medicinal canadiense, Organigram en Moncton, anunció su intención de invertir 10 millones de dólares canadienses (USD 7.6 millones) en Hyansynth para ayudar a impulsar la fabricación.

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Otra empresa canadiense, InMed Pharmaceuticals en Vancouver, está refinando la producción de un raro cannabinoide de la bacteria Escherichia Coli. Extraer cantidades útiles de estos compuestos – potencialmente beneficiales – de las plantas es poco realista, porque se encuentra en niveles muy bajos, explica Samuel Banister un químico de la Universidad de Sydney, Australia. “Para cannabinoides menores” dice Banister “hay una gran necesidad de la biología sintética”.

Si la DEA decide remover solo Epidiolex de la lista de sustancias Registro 1 y no el CBD a modo general, los investigadores de EEUU no podrán aprovechar los productos de estas compañías. En cambio, las sustancias fluirán a los laboratorios en Canadá, donde la marihuana medicinal y recreativa será legal a partir del 17 de octubre. O las investigaciones florecerán en Alemania y los Países Bajos, donde Kayser dice que los científicos enfrentan menores barreras para estudiar cannabis. Anticipando la demanda, Kayser tiene pendiente una patente en Europa sobre la producción de cannabinoides en levadura artificial.

Fuente: Nature

 
 
 

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